31.12.12

y de repente,

la belleza.

como un puñal.

25.12.12



absoluto, ta.

(Del lat. absolūtus).

1. adj. Independiente, ilimitado, que excluye cualquier relación.
2. adj. Dicho de un juicio, de una opinión, etc., o de la voluntad y sus manifestaciones: Terminante, decisivo, categórico.
3. adj. Entero, total, completo. Silencio, olvido absoluto
4. adj. Que existe por sí mismo, incondicionado. U. t. c. s. m. LO absoluto
5. adj. coloq. De genio imperioso o dominante.
6. adj. Fís. Dicho de una magnitud: Que se mide a partir de un valor cero que corresponde realmente a la ausencia de la magnitud en cuestión. Temperatura absoluta
7. adj. Gram. Dicho de un adjetivo numeral: cardinal.
8. adj. Quím. Dicho de una sustancia química líquida: Que no contiene agua ni impurezas.
9. f. Aserción general dicha en tono de seguridad y magisterio.
10. f. coloq. Mil. licencia absoluta.

en absoluto.
1. loc. adv. De una manera general, resuelta y terminante.
2. loc. adv. No, de ningún modo.
 V.



te llamaba absoluto y saboreabas mis locuciones. hablaba de la permanencia obviando la esterilización y descomposición del paso de los días.
y todo lo demás ardía en mis labios,
vacío e insatisfecho, 
con la pena de las últimas horas.

y el resto de tu cuerpo paseaba por mis cuadernos
con el hambre de kilómetros que olvidábamos,
con las prisas de senderos que nos atrevíamos a inventar.

la memoria es una puta.
las canciones son crueles.
y el invierno vibra ahora entre mis piernas, 
circunstancial y temporal.
insulso. 
colgándose de una mente en la que habitas, buscando con prisa algo que llevarse a la boca, 
asumiendo que lo que hay entre mis palabras y tu mirada es
tal vez sólo una vida, 
o la vida.
sólo un camino,
o el camino.
sólo un absoluto,
o lo absoluto.

24.12.12

Aquí nadie se divierte y por eso la música está tan alta. Y tú me preguntas qué hay de mi pero en realidad no quieres saberlo; te duele escuchar cómo mi vida se parece a tus sueños.
Dos años quizá no sean tanto. Y me hablas de tu mala memoria y además sientes el destrozo; y yo me pregunto en qué momento te volviste tan jodidamente mortal. 
Y mientras pides otra cerveza yo recuerdo cómo es cruzar una esquina y encontrarse de bruces con una ciudad que te espera. Pero tú no sabes de eso, porque te da miedo. Y hablamos de que nunca recuerdas dónde dejas el coche, las llaves, la cabeza. "Al menos no tendrás que esforzarte por olvidar nada que te dañe". Y tú ríes como si fuese un chiste, para sacudir de ti la parte de mi que te roza. Y ya no sé si siempre vi tu cobardía o es algo que te perdoné durante un tiempo. Y tú sabes lo mal que lo haces siempre pero tienes el escondite perfecto y se llama "no te entiendo". 
Y entonces bailo un poco y sé que piensas en lo fácil que sería. Pero aquí nadie se divierte, ni siquiera yo y ni siquiera tú. Y se nos acaban los temas fáciles de conversación y lo que hay más allá siempre fue ilusorio. Y yo no voy a competir más, porque tengo que cruzar un par de esquinas, y estoy cansada de las corrientes. Y porque tengo que salir ahí fuera, y ser valiente, y estar ilesa, y permanecer sedienta. 
Y tengo que vivir lo que tú crees que es para ti, pero que en realidad no sales a buscar. Y tengo que salir a ganar las batallas que olvidé mientras te desenredaba. Y también tengo que empezar a acordarme de la vida que lleva mi nombre.

Yo que puedo.

20.12.12


turnedo

3.12.12


“donde hay cenizas hubo un fuego, yo mataría por volver a arder”*


26.11.12




"my mind is a razorblade"

22.11.12

15.11.12

"Explícame cómo concilias el sueño."

Quiero a estas manos hambrientas lejos de la tormenta y el fuego.
Quiero un baile que recuerde que el estado de sitio ya ardió.

Quiero un cuerpo al que poder sostener la mirada.
Y quiero que vuestras madrugadas se vean interrumpidas por un recuerdo
que os ciegue,
que os haga bajar la cabeza,
que os recuerde que una vez os quemó el amor en la piel.

Que ese fantasma os acechará para siempre
y que, a veces,
tendrá mi voz.

Que no podáis conciliar el sueño.

Ninguna historia se merece tanto polvo.


11.11.12

"Cuando escuches el trueno me recordarás
Y tal vez pienses que amaba la tormenta...
El rayado del cielo se verá fuertemente carmesí
Y el corazón, como entonces, estará en el fuego.

Esto sucederá un día en Moscú
Cuando abandone la ciudad para siempre
Y me precipite hacia el puerto deseado
Dejando entre ustedes apenas mi sombra."



                                     Ana Ajmatova

30.10.12

Como un animal al borde de la inanición busco algo que llevarme a la boca. Algún pedazo que morder fuerte mientras el líquido de lo que fuimos se resbala simuladamente entre mis dedos.

Lo llamábamos amor porque la palabra infecto restaba poética a nuestra gran obra.

Durante cada mes gélido hice caso omiso a las responsabilidades que tenía conmigo misma; alejaba el juicio sobre lo incorrecto, dejaba en el aire las preguntas sobre la traición, abandonaba el debate de cuándo era necesario abandonar la lírica para enfrentarse a lo real.
Tenía el ansia de recuperar lo estático y me llevé por delante cualquier indicio de error. Lanzada a la vida, despedacé  y mastiqué cada trozo de  historia que me miraba a los ojos.

Daba igual si veneno, daba igual si maldad.

Más tarde empecé a recordar que algunas ciudades siempre tienen algo que mentir; pero por entonces ya era muy tarde. Tenía los pies en una tierra que empezaba a hacer raíces con mis propias palabras.
Cuando tus propios zapatos se sienten un origen en suelo firme siempre es mejor continuar descalzo y tener derecho a volar.

Por eso me quité la ropa que olía a invierno y olía a islas y abandoné un barco que nunca me aceptó. Y por eso volví a la vida de los bailes lentos, y dormí poco en habitaciones de hotel con vicio en las mesillas, y bajé de nuevo las persianas para que no descubrieran que esa persona no era realmente yo. Volví a hacer teatro en las butacas y no en escena, y volví a arroparme con algo más que mantas extrañas.

Y por eso ya no sé qué era el retorno; porque la velocidad sólo tiene una dirección y casi nunca te avisa de cuándo cambia de sentido.

Y no sólo eso. También aprendí algunas cosas.

Que el infinito es sólo una cortina extraña que nos deja calados.

Que no basta con dejarse el cuerpo y desafiar lo imposible.

Que la mentira no es el único arma que aniquila la utopía.

Es, también, el silencio
una manera de pudrir la verdad.

2.10.12

Siempre me quedo esperando el portazo. Inmóvil y torpe; pensando en la imagen en la que el disparo suena y los pájaros salen volando del árbol.
Cuándo es huida y cuándo camino. Cuándo traición y cuándo libertad.
Aprieto mi cuerpo y recuerdo el último orgasmo. Deslizo incómodamente palabras desubicadas y leo los finales que escriben por mi. Las manos llenas de miedo hacen apuestas sobre cuál será la piedra que me golpee más fuerte. A las cabezas que conocen mis pesadillas ya no les queda ni una parte de mi amor que llevarse a la boca.
Todo lo que amamos se convierte tarde o temprano en condena o en humo.
En medio de la tormenta casi consigo sentir rabia por las canciones que cambiaron su inocuidad por intensidad tóxica. Sonrío tristemente pensando en las paradojas que até a mi cama, y recorro nuevamente los mismos fotogramas, bajo el mismo acento, lamiendo cada segundo sin poder sentir nada.

La mujer que recordáis ya no existe,
la habéis matado.

Antes era la bala,
y luego me convertí en árbol.

Ahora voy a volver a ser el primer pájaro
que se asusta
y vuela.

A lo mejor para siempre.



21.9.12

13.9.12

Me arrepiento de haberme arrancado la piel, pero no de habérmela dejado. Habérmela dejado en los puentes, en las islas, en cada habitación sin nombre. En cada parque y en cada baile, en cada abrazo y en cada traición.
Todas las canciones hablan de destierro, o hablan de permanencia; todas hablan del sonido de las cosas al romperse o de cómo mantienen el vuelo; todas hablan de desamor o de hombres uniformados que aprietan el paso para hacer el amor a sus mujeres.
Me gusta así. Con toda esta noria. Con todo ese delirio.
Me arrepiento de haber escrito en mi frente la palabra culpa, pero no de haberme clavado dolores para después supurar quietud.
Yo os quise de arriba a abajo, y eso es algo que ya sabíais. Con la precisión de un impaciente que no espera, con la pasión de un enfermo. Y con los restos que quedaron me hice un amor a medida, y ahora me quiero de este a oeste, con determinación y alevosía.
Me asusta así. Con toda esa evidencia. Con toda esa rabia.
Me arrepiento de haber permanecido estática pero no de haberme detenido delante de las playas. 
Traté de enmudecer para registrar cada sensación en mi; la mitad siempre se abandona y la otra pierde el color. Tus dedos en otros caminos siempre es algo que escama y algo que arde; mi mirada en otros mundos nunca mesura ni se malvende.
Me sucede así. Con estas tempestades ocupando mi garganta, con estas intenciones cargadas de paraísos, con este pulso que ni acata ni arrincona, 
ni se doblega ni se permite,
ni camina recto, ni consiente parar a respirar.

23.8.12



no me escucho pero sé que respiro.
no suena música pero sé que bailo.
y todo en un mar de sal, en un alivio de incendio, en una habitación con vistas a todo.
Cuando os marchéis recordad mi nombre y mis sueños. Cuando os marchéis olvidad todo lo demás; lo que habló de mi pero nunca fue mío.

14.8.12

Los bares no entienden de tristezas serenas, y esta calle inútil y peligrosa insiste en que se rompan todos los vasos, y jamás podrás salvarte de algo que no entiendes.
Ya sé que soy yo la que dibujo los mapas que rajo, la dueña de las piedras que rompen mis cristales, la que dibujó el mar en un papel que luego ardió. Pero no es mentira que las huidas empapen mis suelas, aún así; que el deseo moje mis dedos, que piense en ti con la boca abierta y me sepa a dulce. Y no hay páginas que pasar en libros que te negaste a escribir; y ya es tarde y ahora no recuerdas nada con exactitud. Sólo esa sensación que por mucho que corras no logras dejar atrás.
Es mi propia sensibilidad la que me está arrollando, y es el verano y no el amor el que se clava. Y no importa lo lejos que me vaya ni los días que permanezca a salvo; este lugar siempre me besa en la frente y me clava en la espalda lo que no supe terminar.
Es imposible salir de aquí porque no hay puertas, sólo aire. Y el río cruza el calor como tu nombre cruza mi día. Es imposible huir de un punto de partida.

La ciudad es una nube tóxica que se mete hasta la cocina y hace que hasta lo más dulce pierda el olor.

26.7.12

"Qué lastima que contra mi
sólo tengas tu belleza"

Guille  *


Me habla de intelectos mientras me mira las tetas. Sube la voz cuando me alejo y me persigue, dando vueltas, por el mismo bar. Gira la cara cuando se nos cruza un asunto serio, recuerda el río pero asegura haberlo olvidado todo.
Piensa en sexo pero dice verano, quiere decir "¿vamos?" pero articula un "me fumo otro". Pone cara de miedo pero habla de lo que está por venir. Sabe que es cobardía pero aprieta los puños y sube la cabeza. Y, como siempre, también sabe toda la verdad, pero una vez más trata de pisar terreno enemigo y salir ileso.
Habla de lo cautivador cuando le arrincono, escapa del sonido de su propio verbo cuando miro hacia otro lado. Le asusta el eco de sí mismo, y también el mío. Y no menciona que mi locura es bella cuando sabe que sé que él también ha soñado con caminos.
Y yo que le estudié durante tanto, y tanto, en lugar de acabarme la cerveza y levantar la manta para romper sus coartadas; en lugar de salir de ahí como ideé durante cada invierno; en lugar de asumir que alguien con tantos dientes siempre morderá mi mano, le regalo un "te entiendo" cuando lo que pienso exactamente es 


"tus muertos".

23.7.12

Esta calma extraña significa que el pasado no puede pasar, que las fronteras son firmes, que esta vez no es mi cabeza la que sella las rendijas. Este silencio de pájaros y aire es la resaca de tanto ruido y tanta rabia. 
No sabéis cómo llegar; se os está olvidando porqué me buscáis.
Se os está olvidando todo.
Este no lugar no me ayuda a construirme, pero no derriba ningún muro. Me da tiempo. Me seca la ropa mientras pone en evidencia que soy yo misma la que alimenta a mis fantasmas. Me salva un rato.
Esta cama es la primera cama no ideada para el deseo, esta carretera no llega a ningún sitio. Este campo infinito jamás podría arder. Este pueblo no tiene normas, y el destierro ha sido cosa mía, y la culpa me señala con mis propias manos pero no me provoca nada.
Aquí las paredes también sueñan, y las estrellas llueven y el cielo no llora pero a veces vuelve triste. Los árboles susurran y es el único idioma que entiendo y quiero entender. Y atravieso los campos porque sé que es lo que no volverá a llevarme lejos de mi misma, y borro las huellas porque no pretendo que retengáis mi nombre y lo cubráis de polvo. 
No estoy curada pero estoy durmiendo durante todo un verano. 
Vuestras heridas se llenan de sol aquí; se confunden con el resto de piel. No recuerdo cómo dolíais, y tampoco olvido porqué voy a tener que irme durante toda mi vida.
Hasta aquí no llegan las postales y las únicas certezas son las que prometen futuras huidas. 
No tenéis nada para mi. Estoy a salvo.
Este vergel repleto no ciega pero tampoco respira. También tiene un precio; como vosotros. Me ha quitado la voz y por eso no os estoy gritando, sólo me deja mirar y por eso os doy la espalda. 
Un día voy a irme. De aquí y de todos sitios. He encontrado un paraíso y voy a abandonarlo como a todos los demás.
Lo cubriré de sangre, haré las maletas deprisa, volveré para pediros las reglas de vuestro próximo juego. Le dejaré en silencio y guardaré para mi toda la velocidad.
Prefiero mi palabra, mi nostalgia, y también mi mala suerte.

Sólo algunos malditos o buenaventurados nacieron para tanta calma.

16.7.12





such a lovely place



28.6.12

Lo entiendo. Nadie nos dijo cómo hacerlo. Nadie nos dio manuales, ni claves, ni siquiera consejos breves. No nos explicaron cómo vivir sin cortar cabezas a nuestro paso.
Sin embargo sí nos dieron otra cosa que se podía usar como moneda de cambio. Nos dieron cualidades para poder sentir en nuestra piel el fuego ajeno, para poder pensar en nuestra familia ante las catástrofes. Nos dieron un mapa con cada una de nuestras debilidades básicas. Las de todos.
Descubro con sorpresa, aún así, cómo miráis para otro lado y seguís con vuestra canción.
Observo desencantada cómo construis murallas a vuestro alrededor para justificar que no pudisteis llegar a tiempo.
Asisto casi ajena a la muerte de todas las oportunidades que estáis quemando sólo por no enfrentaros a la posible pared del vacío.
Sois unos cobardes.
Y me dais asco.
Sólo os merecéis mis bostezos.
Y yo me habré muerto, entregada, más de cien mil veces. Pero vosotros no podríais jamás demostrar que tenéis un corazón que late.

No a mi.
No a vosotros.

26.6.12

"molt lluny d’aquí, a l’altra banda del món"


23.6.12


catarsis



hay palabras que nos cambiarán para siempre.
sensaciones que extrañaremos toda la vida.

ya lo sabíamos, ¿no?
firmamos el pacto, vendimos nuestro alma sólo por pesar menos.
confiamos en nuestra suerte.

[esa puta que siempre nos lleva tan lejos
y tan alto]

hay cosas que jamás querremos lo suficiente
y otras de las que ni siquiera trataremos de huir
porque ya sabemos que nos perseguirán siempre.

sin descanso.

hay todavía varios motivos para seguir
y pocas opciones para volver.

[volver
no es siempre
retroceder.]

nuestra cabeza va a continuar jugando a esto.

es mejor comenzar a buscar
nuevas estrategias.
pero no para ganar.
nunca ganaremos.

lo mejor va a ser
seguir este ritmo

esta cadencia enfermiza y mágica, estas noches a las que nos vemos sometidos
esta velocidad.
exacta.
esta rabia.
precisa.
este amor.
absoluto.

siempre es mejor recoger nuestras cosas
a esperar que venga algo y nos lo desordene todo.

es mejor asumir nuestra naturaleza,
abrazar a los fantasmas,
y hacer un pacto con el diablo que nos lleve 

siempre lejos

siempre cerca

siempre dentro

siempre vivos.

un trato que nos permita recordar que,
aunque no llegamos a ganar

nunca dejamos de intentarlo.



[y el camino siempre mereció la pena]

22.6.12

Clavar el cuchillo y dejarlo dentro. Susurrar "jamás volveré".

Descuartizarla lentamente.

Vaciar los armarios. Meter los libros en cajas. Disfrutar con el crimen mientras se me queda un sabor amargo.     Arrancar mis fotografías de las paredes. Dejarla oscura e inerte.

Descuartizar la habitación que me costó tanto conquistar.

Devolverle el frío de la primera noche.

Ganar la batalla.

Abandonar en su sentido más hondo, y por primera vez ser capaz de sonreír con ello.


21.6.12

Sólo quedan cinco trozos de comida en la pared de enfrente. Me pareció ver cómo amenazaban con bajar un número. El que alojé en la cornisa está ya más que cocinado.
El piano se llena de polvo en dos días, los condones siguen en la basura y las sábanas están de camino entre el colchón y el suelo. Siempre me gustaron los fluidos. Nunca rechacé el sudor, el semen, la saliva.
Los fluidos secos, sin embargo, me provocan algo de pena.
A los pies de la cama queda la cerveza medio llena (medio vacía para dos borrachos enamorados), un par de bragas que me quitó pronto (o a tiempo), el ventilador que nos salvó la vida.


En la estantería hay dos libros nuevos, en la silla un ukelele sin nombre, en el espejo del baño su letra impactada.
Mi habitación siempre queda así. La casa cicatriza rápido, pero la habitación siempre se recrea en los últimos movimientos. Yo se lo permito. Siempre me pareció más dulce el regodeo que la esterilización de emociones vivas.
Los sonidos siempre resuenan varias veces permaneciendo en el tiempo.
Los olores siempre se agarran a la ropa y a las almohadas para reclamar lo que es suyo.
El amor siempre se alía con el sexo, lo descoloca todo, y luego se aleja sonriendo.


18.6.12

La tristeza es la quietud,


la oscuridad,

y la nada.



Y yo estoy llena de viento,

de luz,

y además, tiemblo.

12.6.12

"No pasa nada".


"Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga."

*

He preguntado mil veces pero ninguno sabe dónde se fue el fuego que guardé durante años, aquella capacidad innata de temblar. Ni con amenazas consigo que nadie suelte pistas acerca de qué pasó para que los cimientos fuesen tan lábiles, para que no aguantase con el peso y abandonase la casa. Qué fue del amor que guardaba, de las canciones que antes me atravesaban, de aquella risa ingenua. Qué fue lo que desencadenó todo este montón de calma inquietante y oscura.

Tal vez haya perdido todo aquello para siempre y a partir de ahora deba acostumbrarme a esta sangre inerte. Tal vez no pueda volver a arder como antes lo hacía.

Aquella luz desbordante.

Ni mi cuerpo ni mi cabeza me explican en qué

puto

momento

comenzó todo

a importar tan poco.


[A mi me gustaba ser aquello, pero no pude parar de lanzarme al vacío.]

10.6.12

Cada vez que se asoma un verano siempre hay un momento en el que mi brazo pregunta por aquella mañana corta que me costó varias estaciones olvidar. Me recuerda cómo era el perfil que marcó los límites de mi mirada; me recuerda la sensación física de la luz descubriéndolo todo. Cómo era aquel ardor que explotaba y manejaba mi deseo.
Como a un niño pequeño convenzo a mi propio cuerpo de que aquello está lejos y nunca, jamás, estuvo cerca. 
Como un niño caprichoso, mi piel llora cinco minutos y luego continúa su ruta, dejándome a mi el trabajo sucio de tener que masticar un nombre que el resto del año coge polvo y permanece en el olvido.


Continuar está en el consciente y debajo están el resto de los verbos.

[Entre ellos cautivar].

7.6.12

"¿de qué me sirve ahora?"

4.6.12



No hace falta que pase mucho para que pase todo.

30.5.12

27.5.12

No sé si existe la suerte
                                                 o el amor,
o si matar es una forma límite de anhelo.

No sé si deseamos con el cuerpo para que no todo sea etéreo,
ni si acaso la fidelidad no es una cadena innecesaria formulada
por la gente con miedo de este mundo
                                                                            (esos que se atreven, después, a pronunciar lealtad con la voz temblorosa).

No sé por qué la palabra revolución os la pone dura
o por qué la velocidad mueve siempre un cosquilleo entre mis piernas.
No tengo ni la menor idea de por qué las ciudades aprietan de a poco e invaden las calles de uno mismo,
ni por qué la infancia se aparece como un fantasma en lugares donde parece que no pasa
nada.

Desconozco a qué saben algunas ambiciones, 
si tienen salida la mayoría de los callejones que recorro,
si la locura es nuestra salvación, nuestra condición, o nuestro llanto.

No tengo la menor idea de si esto es un camino o una playa infinita,
si hay faros más allá de estas nubes, 

si habrá alguien que quiera leerme un rato.


No necesito garantías cuando ya hay algo que cuida de mi, 
ahí fuera,
aquí dentro,

que puede ser el amor, tal vez,

o pueden ser las ciudades,

o incluso, y arriesgándome un poco, 
puedo ser yo misma.

[Yo que tengo un cuerpo, un alma, algunos pensamientos, zapatos insanciables y manos que nunca me han fallado].

Las certezas son para los cobardes. Las dudas para los hambrientos.


[Y yo
ten
go 
ganas.]
*

23.5.12

No podrás leer mi sangre en un papel.

22.5.12

Comprenderlo todo


de repente
(de un golpe)







escuece.

21.5.12

Mi cuerpo por fin se ha sublevado
y ha reaccionado terriblemente mal
ante la idea de querer cargarle a él
toda la rabia,
toda la tristeza
toda la apatía.

Por fin se ha pronunciado.

Era un puto sumiso. Callaba y hacía como que no le molestaba.
Odio la sumisión.
Detesto la cobardía.
A veces era sólo un montón de materia inútil.

Pero por fin ha hablado.

"Basta". Le he escuchado llorar y golpear mis paredes. Yo también he llorado con él.
Mi cuerpo me odia ahora. Me detesta. Quiere vomitar todo lo que yo antes escondí para no ver.

Tirarlo todo para siempre.

No tengo más remedio que buscar la manera de demostrarle mi amor.
(En esta casa vivimos los dos).

Contarle que ya sé que la cobarde era yo.
Regalarle canciones lentas,
manta,
lluvia.
Hacer que me crea cuando le digo que no habrá ni un sólo bocado más,
ni uno sólo,

a algo sin sabor y sin sentido.

Mi cuerpo se ha sublevado y, por fin,
ha declarado que sólo quiere primavera,

que sólo quiere aquel estallido hermoso de vuelta a sí.

Y yo le agradezco que haya sacado el valor por los dos,
y haya gritado fuerte y con rabia,

después de todo,

"esta vientre es mío,
y decido yo".

20.5.12


Soy valiente, me miran los hombros, me preguntan mi nombre. Estoy eclipsada por tanta belleza, tantas luces, esta nube que me lleva por encima de tanta gente. Soy irracional, insensata, catártica. Me reinvento. Camino caminos y me quito la ropa despacio. Me regalo orgasmos, desayunos. Me cantan canciones y no se saben la letra. Se ríen conmigo, de mi, me abrazan, me castigan. Me olvidan.
Me difuminan.
Estoy dispuesta, estoy inquieta, estoy excitada. Soy fuerte y no caigo de cabeza menos cuando me lanzo a un vacío. Debajo de las sábanas hay mucho más,
debajo de la ropa hay mucho más,
debajo de la conciencia hay mucho más.
Tengo paraísos y tengo tormentas; y todo a veces parece un carnaval y otras la guerra definitiva. No necesito nada porque ya tengo el suelo, el cielo, tierra firme y mar.


El origen no se mueve de sitio desde hace años. Desde que me aprendí.




fin de fiesta
6.35 a.m
todos los corazones deshechos y el alcohol por el suelo y las sonrisas insomnes
el recuerdo impuesto

15.5.12

Tengo en la cabeza un centenar de pájaros hambrientos,
unos cuantos atajos que no cogeré por ahora y tres comodines para hacer trampas que prefiero no usar.
También tengo un olor inmune durmiendo en mi almohada, un par de pesadillas recurrentes que ya son parte de mi tranquilidad y varias tormentas tomando forma y fuerza.
Tengo las huellas de unas suelas gastadas que ya tiré y el recuerdo de una noche de verano que me da frío. Cuadernos con hojas que prenden como papel de fumar, caminos pendientes y dientes para morder el miedo, la vida y el deseo. Te tengo a ti riéndote conmigo, varias maneras diferentes de aceptar las futuras derrotas y un borrador sobre cómo recuperaré lo que merezco.
Tengo lugares que nadie pisará jamás, vestidos nuevos, viento, acción. Tengo rabia, rencores insípidos y la curiosidad intacta.
Tengo en la cabeza un millón de bombas que podrían estallar en cualquier momento,
y tengo la boca dispuesta para cazar toda la fuerza al vuelo.

10.5.12

Puedo partirme la vida y cambiarme el vestido. Puedo mentir con timidez "María" cuando alguien me pregunte, y puedo ser frívola y fingir fatalidad. Puedo apasionarme honestamente con una historia que no es mía y puedo morder lenguas sin rostro. Puedo disimular, hacer como que mi tristeza no es dulce, aparentar serenidad. Puedo despertarme debajo de un techo extraño y vestirme con forzada lentitud. Puedo desvivirme por un cielo que se cae y morirme con el recuerdo de una noche de verano sin que nadie lo sepa.
Pero eso sí,
que nadie me hable de amor si no quiere escuchar que es sólo un cuerpo el que busco en mitad de mis pesadillas y recuerdo en el punto central de mi deseo, que es sólo un nombre el que puedo vocalizar cuando no recuerdo quién soy, que es sólo una persona en el mundo por la que dejaría de alimentar mis catarsis y quemaría mis noches sin compasión.

[A sabiendas que él nunca me dejaría prender la mecha.
 Y por eso mismo.]


Y para el calor siempre hay soluciones: http://www.youtube.com/watch?v=INkLVwtIr_I&feature=related

9.5.12

No se nos vio la cara con el pelo pero estábamos sonriendo, y estábamos tristes. Rajando la ciudad como algunas veces antes habíamos hecho, con la cabeza a años luz y las manos una dentro de la otra.
Si se acaba el invierno de qué nos vamos a curar, cuál va a ser el frío al que plantar cara, qué va a pasar con todas las habitaciones que huelen a cerrado y que esperan que abramos sus ventanas. A qué va a oler volver a casa.
No se nos vio el pecho pero teníamos un corazón que dormía en alguna parte. Arrastrando los pies y pensando dónde colocar ese millón de hojas muertas. Cantando con la voz pequeña y con la boca cerrada.
Pensábamos “si arden las ciudades dónde vamos a vivir”, cuál será el siguiente desafío, con qué vamos a iluminarnos los ojos cuando todo se haya convertido en cenizas.
No se nos vio la piel pero nuestra sangre fluía como un río que se está quedando dormido.
Bailando lentamente con la inercia del deseo, traicionando con nuestros pasos el silencio que inventamos. Todas las canciones que no nos habían dado permiso, todos los momentos que esperaban impacientes detrás de la puerta. La muerte que se anidaba en sus años y que irrumpía en los míos.
Grité fuerte “bésame de una vez y estoy segura de que todo el mundo lo escuchó. Pero no era invierno. Tampoco era la casa. No era el fuego. Y tal vez ni siquiera éramos los mismos.

8.5.12




Pero lo importante es, a veces,
que el amor existe
y que también se puede hacer.

4.5.12



La oscuridad mancha el suelo y el humo nos difumina los ojos y nubla las miradas.
Aguanto los acentos con imprevisible fortaleza.
Escondo el teléfono en el fondo del bolso.
Dejo que las palabras que no puedo darte se mueran en mi cabeza.


No está bien decir que me muero de ganas.
Y que, de a ratos, también simplemente me muero.

3.5.12

No se olvida un baile lento, la emoción desbordándose, mis movimientos reflejados en unas pupilas. No se olvida la oscuridad contenida en su boca.
No se olvida un cuerpo recorrido, el olor del látex, la alegría del sonido de una puerta que se cierra. La lascivia en los portales, el deseo despierto (y despertando). El agua rodeándonos.
No se olvida el vicio y la piel. El ritmo. Las ganas.
Mi lengua acuchillando, las manos que me dieron de comer. 
No se olvida la filmografía erótica de tu propia vida. Ni un solo fotograma, ni el silencio. Ni el acento.

No se olvida un baile lento.
Ni los que jamás se bailarán.



1.5.12

trozos de otros tiempos y de otros suelos y de otra vida











Si teníamos hambre masticábamos ciudades.
Si teníamos sed nos cambiábamos el nombre y rompíamos los vasos después.
Yo siempre estaba  en primera fila,   ávida,   con todas y cada una de las ganas.
Apretaba los labios y no los dientes. Me fascinaban los atardeceres. Me quitaba la ropa despacio.
Me sobraban los besos.
No quiero que vuelva aquel sonido. Mi risa ahora suena distinta.  Pero era bueno saberse loca, capaz y 
eterna.

29.4.12

Bailar bajo las tormentas sola no es igual de excitante. Acariciar los Sábados como si fueran importantes es demasiado mundano. 
Inge me ha dicho que tenía una herramienta para trabajar sólo fabricada para arrancarle el corazón a las manzanas. Es una idea inteligente, pero podría escribir muchas páginas en torno a lo poéticamente atroz de la idea.
Tu nombre me llena la boca y tengo el recuerdo de unas sábanas rojas inyectado en la retina. Bea me dijo "no tienes perdón, tienes primavera", y yo sonreí pero por dentro mi propio cuerpo corría chocándose contra las paredes de mi misma. 
Por suerte hace tiempo descubrí que nunca es buena idea viajar ante un mar de asfalto si el salitre no te cala hasta los huesos. Y en Madrid pocas veces el cielo se llena de sal y arena.
Mi casa no es refugio. Mi cuarto no es refugio. Mi cama no es refugio.
Los aeropuertos deben de estar colapsados. Y esta ciudad está muy cansada. Y yo tengo hambre y no paro de acabar con todos los vasos llenos. Y cambiar los muebles de sitio es tan sólo una forma más de redimirse.

27.4.12

Pasó




Las lágrimas por las guerras que no nos atrevimos a empezar han dejado de tener sentido. Hay cosas que sí ocurrieron.

Te has quedado en mis cosas.
Ya se fueron mil años. 
Es difícil pensar en finales cuando mi cuerpo acaba de empezar.
Hemos sobrevivido al 2011. Hemos sobrevivido a un millón de años. Nos hemos sobrevivido a nosotros mismos.
El mundo tiene ganas de reventar, las casas se desprenden, las sonrisas se difuminan y desaparecen, la crisis devora a nuestros bastardos como el Coloso devoró al pueblo de Goya y yo puedo romper la vía láctea y todo el maldito orden cósmico con una arista de mi deseo. 
La lógica es una doncella hipócrita. Resentida y abandonada amante del universo.
He visto vuestras caras. He visto la infinita claridad en vuestros ojos ante el desconcierto por comprender que el Orden sólo es el Caos travestido de humano. 
Dionisos reinará dos mil once años más. Lo he leído en tus lunares. 
La crisis nos mastica.
Las flores no creen en Dios. 
No puedo pensar en un final cuando mi cuerpo acaba de empezar. 
El hambre se viste de futuro. 
La luna se está descolgando y yo en lo único que pienso es en besarte. Lo único que me importa es besarte. Lo único que quiero es besarte.


Juan José Morales Acosta
[que además es mi amigo]

26.4.12



Quién eres.



19.4.12



"como la propia Katy Jurado,
con las nubes negras detrás"

16.4.12

El hombre que inventó Manhattan hoy me dijo:

"La música siempre vuelve".


Hay huidas que siempre acaban cruzando tu misma esquina.

15.4.12

No sé si lo he soñado o lo he vivido.


Y al final todo es un montón de eso.

14.4.12

No quiero salir de la velocidad, porque para qué.
Los abrazos nos curan las heridas pero con este viento envolviéndonos, quién se atreve a rodearnos.

No quiero que la lluvia cese, porque quién sabe si no es peor la niebla.

Prefiero tener que lidiar contra los pijamas y las almohadas sedientas que contra un ejército de momentos cobardes.
Ojalá pudiésemos salir de aquí y este cuarto no estuviese lleno de espejos. Pero si lo que tenemos es esto, no quiero que apaguemos la música,
no quiero que bajemos a tierra,

no quiero tensión en mi cuerpo.

No quiero
más
excusas.


Este tornado no nos quita el hambre, pero al menos nos despeina.

(Y siempre estuvimos más guapos con el pelo revuelto).


13.4.12

Ráfagas blancas de mis noches.




12.4.12

Mis refugios

siguen siendo

6.4.12

Tengo los labios rojos

pero esta camiseta

sólo sabes quitármela tú.





Feliz Viernes, amor.
Demostrar a todos los bares que ya no eres la misma persona, que ya no bebes ron, que has aprendido a rendirte, que tus ojos ya no están tristes. Que todo el mundo lo vea y no sepa con qué nombre llamarte.
Reírte en alto y hablar en voz baja. Pasar inadvertida y que lo que fuiste no pare de provocarte.
Dejar que la carretera y los Beatles te salven la vida,
y que esta ciudad se de cuenta de que tus intenciones ya no se parecen a lo que fueron. Que ya no abrasas, que ya no sangras.
Declarar la paz.

3.4.12

"Todo es horrible, o terriblemente bello". *

A veces nadie sabe qué decir, y a veces yo tampoco, y escupo frases aleatorias con rendijas que esconden todo el miedo que tengo. Me resguardan. Y hay algunas personas que escuchan y asienten, y yo me siento perversa de que sea tan fácil sentirme cómoda en medio de tanto cinismo. Asiento. Trago. Sonrío. Y por dentro hay pájaros chocando contra mis cristales.
A veces aprendo que histrionismo no es lo mismo que hipocresía, y a veces me emborracho y le digo a algunos extraños que la gente es tan rara y que la ciudad es tan hija de puta. Bebo un trago de una cerveza que no he pagado y sé que la energía deshecha y los pasos desordenados que doy se quedan flotando en un aire contaminado durante unos segundos. Tan solo unos segundos.
Nadie parece tener ganas de saber el nombre de nadie, pero a veces hay personas que se mueren por entrar en casas que no son suyas. La paradoja mueve al mundo. Nos gusta el sexo y el llanto; la manzana y la cebolla; los domingos y el puñal. Nuestro cuerpo se tuesta al sol pero por dentro estamos llenos de tempestades.
A veces la muerte parece una broma y la vida el contexto. Y me resulto espectadora de escenas que a veces me conmueven hasta hacerme llorar y parece que no me pertenecen aunque sean mías.
El drama siempre ha tenido algo de fascinante. Relamer mis labios una y otra vez, morderme la lengua, reírme hasta causar malestar al propio silencio.
Escapar siempre me ha parecido un verbo valiente, como también siempre he pensado que todos estamos huyendo y nadie se atreve a hablar de ello. Hormigas devorando un cuerpo inerte tan poco a poco que desaparece sin darnos cuenta. Gente sin edad ni ojos que corren hacia alguna o ninguna parte.
Contener el aire en la cabeza, el viento en el pelo y el tiempo en los dientes parece la única solución real e inteligente para tragar todo esto. Pasear lentamente, cercenar las calles enfermas de las ciudades, apagar a pedradas las farolas que quieren descubrir el secreto.
A veces la oscuridad es la única de manera de abandonar la cordura para no volverse loco.
Pero a veces también lo conseguimos y bailamos delante del fin de todo. Contenedores ardiendo, helicópteros sobrevolándonos y aún así podemos arroparnos con la manta como quien se abraza a sí mismo en medio de una tormenta de nieve.
Nos desnudamos. Follamos y lloramos. Acariciamos el suelo y nos quitamos los zapatos. A veces logramos encontrar la calma dentro de la calma que tratamos de mantener.
Y a veces, al menos, quedan dos manos que, combativas, abren fuego y la guerra, bajo el mismo nombre pero siendo otra cosa, se sostiene sobre uñas y caricias. Huellas dactilares como tatuajes y el ritmo de las horas en nuestra espalda.
A veces nuestros pensamientos son nuestras pesadillas, y a veces debería valer con saber que aunque la tormenta estalle ahí fuera, nuestra almohada está llena de estrellas.



"els que ballen i ballen fins que els músics parin / Los que bailan y bailan hasta que los músicos paren"


1.4.12

"que las alas arraiguen

y las raíces vuelen"

Juan Ramón Jiménez

25.3.12

"y lo mejor va a ser que bailemos juntos,
porque así bailamos mejor"

23.3.12

Acostumbraos, pies,
a estos nuevos zapatos de primavera.

Acostumbraos, ojos,
a tantas flores.

Barcelona no es una ciudad cualquiera en la que quitarse la ropa.
Sevilla no es una ciudad cualquiera en la que dejarse la piel.


La revolución ha entrado en mi cuerpo
y no piensa someterse.



21.3.12




Soñábamos ser Blanca y bailar en blanco y negro.
Soñábamos ser asfalto y empaparnos
y ser un montón de ciudades y un montón de luces.

Soñábamos con que iban a querernos así.

Desprendíamos calor.

El mundo nos miraba. Mientras, nos tragábamos la necedad

y reíamos.

Era fácil, a veces.


Fragmentos inconclusos e historias partidas y corazones sedientos y medio millón de acordes tristes que cantaban nuestro nombre pero que jamás lograban tirarnos al suelo.

Parecía fácil no caer al suelo.



Por el cielo de Madrid pasan muchas cosas, menos mi vida.

Ahora agarro el tiempo entre los dientes
sobrevivo
sonrío
bailo despacio
y el suelo a veces es jodidamente frío
y otras veces -algunas- puedo
volar.




18.3.12

de cómo salir ileso
o cómo encontrar motivos.

Nadie dijo nada de límites.

No soy los colores que me pintáis, las canciones que creéis que canto o las palabras que digo para calmar vuestros oídos.
No soy lo que pensáis.
No soy a la que leéis, a la que desnudáis o a la que creéis querer.

Soy otra cosa.

Tengo un millón de disfraces con los que vestirme para vosotros
y jamás vais a descubrir quién soy.

Jamás vais a querer.




Pero
"Nada me para cuando empiezo a crecer".


14.3.12


Pienso en asfalto, pero el mar sigue en mi.
Acaricio las calles pero las gaviotas aún me sobrevuelan.
Siempre lo harán.
He soñado con pueblos azules y faros.
Estaba sola. Pero tú estabas conmigo.