15.5.12

Tengo en la cabeza un centenar de pájaros hambrientos,
unos cuantos atajos que no cogeré por ahora y tres comodines para hacer trampas que prefiero no usar.
También tengo un olor inmune durmiendo en mi almohada, un par de pesadillas recurrentes que ya son parte de mi tranquilidad y varias tormentas tomando forma y fuerza.
Tengo las huellas de unas suelas gastadas que ya tiré y el recuerdo de una noche de verano que me da frío. Cuadernos con hojas que prenden como papel de fumar, caminos pendientes y dientes para morder el miedo, la vida y el deseo. Te tengo a ti riéndote conmigo, varias maneras diferentes de aceptar las futuras derrotas y un borrador sobre cómo recuperaré lo que merezco.
Tengo lugares que nadie pisará jamás, vestidos nuevos, viento, acción. Tengo rabia, rencores insípidos y la curiosidad intacta.
Tengo en la cabeza un millón de bombas que podrían estallar en cualquier momento,
y tengo la boca dispuesta para cazar toda la fuerza al vuelo.

1 comentario:

Cobacho dijo...

Y algunos tienen la (enorme) suerte de leerte.