30.12.11

"La vida es bestia"
"entran y salen las penas"

Ahora que hemos pisado la ciudad con toda nuestra rabia sólo queda recorrer sus alrededores. Pisar sus límites pidiendo permiso, maquillar las palabras malgastadas y pretender que no se nos imponga castigo.
Asumimos sin rechistar, sin embargo, este invierno que nos alcanza de madrugada y también estas luces que están cansadas de brillar y amenazan con apagarse.
Ya no quedan cosas que vivir en estas calles, y estas calles nos queman los pies. Y probablemente, lo peor, es que ninguno de nosotros haya entendido nada, y sigamos presumiendo de saberlo todo.

Esta ciudad ha jugado con nosotros y nos ha escondido las reglas en algún rincón.

27.12.11

Fue arena cuando dije salitre, y fue aire cuando dije montaña. Se convirtió en luz cuando hablé de ciudades y fue melodía cuando quise cantar. Luego fue sábana cuando me desnudé, se vistió de mañana cuando tuve pesadillas y me dijo "estoy aquí" cuando soñaba con desiertos.
Quise quemar ciudades y nos prendió fuego, me sentí extraña y me dio la mano,
y luego quise que los kilómetros fueran mentira y se rio del número novecientos noventa y cuatro, contagiándome la risa.
Le pedí rincones y me ofreció búnkers, pronuncié indescriptible e inventó verbos, le dije distancia y creamos un lenguaje.
Cómo no voy a estar tranquila si descubrimos la fórmula y ahora guardamos el secreto.
El mundo va a arder y nosotros seremos llama y seremos calor,
y el resto
solo
cenizas.
"A Sunday mile we paused and sang.
A Sunday smile and we felt true"

26.12.11

Gjon Mili

23.12.11



"Habéis empujado hacia mí estas piedras.
Me habéis amurallado
para que me acostumbre.
Pero aunque ahora no pueda
ni intente dar un paso,
ni siquiera proyecte fuga alguna,
ya sé que es por allí
por donde quiero ir,
sé por dónde se va.
Mirad, os lo señalo:
Por aquella ranura de poniente."

Carmen Martín Gaite


Me pintasteis tantos colores que el resultado fue solo negro. Esperabais con expectación la luz de algo que no iba a brillar. Estabais atentos a que ocurriese algo. Me abrazabais y me dejaba abrazar, cantabais y yo bailaba.
Ahora, miraos, estáis metidos en un cajón que huele a cerrado y a desmemoria.
Yo sé lo que érais para mi, y también lo que yo era para vosotros.
Un ejército de momentos sin autorización.
Soles de invierno.
La impaciencia interrumpiendo en los portales.
Y ahora os amontono sin conciencia. Estáis rodeados de música que ya no escucho, de libros que ya no leo, de palabras que ya no hablan de mi.

Y sin embargo, ya veis,
la habitación sigue siendo roja,
pero es que mi corazón
(el de ahora)
también.

14.12.11

Infancia

Eso era.

Limón y azúcar.

13.12.11

Era mi suelo, y era mi sol, y eran mis pies.
Y ahora son un millón de manos apretando mi estómago y pintando estas paredes con mi sangre.

10.12.11

me habéis vendido.

9.12.11

Resulta

Nos cogíamos de la mano para huir de los malos y nos metíamos en mares ficticios porque lo único que pudimos fue cruzar un río, y ni siquiera nadando. Soñábamos con bares y con bicicletas en el techo, y con ciudades que iban a salvarnos, y con canciones que iban a condenarnos.
Nos reíamos de todos y nos quitábamos la ropa para quien no lo merecía. Nos complicábamos la vida, éramos jóvenes, no teníamos cuerda, no teníamos salida pero sí un montón de caminos que seguir.
Nos cogíamos de la mano y nos descojonábamos al doblar las esquinas. Fotogramas lentos
lentos
terriblemente lentos
en nuestras cabezas.

Yo la quería, y ella me quería, y era tan bello que sabíamos que iba a explotar.



demasiadas pocas cosas

1.12.11

kilómetros por recorrer

26.11.11


"El cementerio de pianos era enorme. Las tardes eran del tamaño de generaciones encadenadas. Yo escogía un piano, lo abría y me quedaba mirando su mecanismo en reposo. Nunca conseguía dejar de pensar que mi vida, diluida en el tamaño de aquellas tardes, era exactamente como el mecanismo en reposo de un piano: el silencio frágil de las cuerdas alineadas, la perfección geométrica de su muerte aparente, resucitable en cualquier momento que no llegaba, un momento simple como tantos otros sería suficiente, un momento que podría llegar pero que no llegaba."
Cementerio de pianos - Jose Luis Peixoto



Volver como se vuelve a un amor no resuelto. Apoyar la mano en un lateral y sentir el sonido pulsando las cuerdas y haciendo vibrar la habitación. Aprender cómo funciona una máquina que fabrica emociones. Cerrar los ojos y tratar de descifrar todas las notas, dibujarlas en una línea, cantarla con la garganta cerrada.
Volver como se vuelve, cuando se vuelve con ganas, a las causas perdidas. Sentarte ante el primer blanco y negro que no es pasado, y que se postra ante ti como un cuerpo abierto.
Dar todo, o dar algo, y que merezca la pena.

22.11.11

Ven, certeza, y desenrédame el mundo.

17.11.11

He bebido en bares llenos de gente,
bailado en fuentes,
estudiado en restaurantes y hecho el amor en parques.
He desnudado en calles oscuras y frías,
echado de menos en verano,
querido incondicionalmente (de verdad, sin condiciones).
He viajado sola, pintado casas en mapas desconocidos,
escrito cuatro cuadernos con mis días,
escrito más de 50 con frases que tenía que memorizar.
He escuchado canciones de las que me avergoncé,
y llorado con músicos de calle.
He sorprendido, y he decepcionado,
me han querido y me han jodido.
He dejado de confiar en todo el mundo
y luego me han abrazado.
He tenido suerte, y la he perdido,
igual que las llaves de casa, más de 5 carteras y los paraguas.
He hecho fotos quemadas, oscuras e irrepetibles.
He visto menos películas de las que quisiera, y he grabado videos en Domingos.
Me he deshecho, han hablado mal de mi, me han dicho pequeña.
Me he quemado con el horno, he sido atropellada con un coche,
he quemado kilómetros como se quema la gasolina.
He besado en los subsuelos, he representado muchos papeles,
he querido llorar y he reído.
He vivido en siete casas distintas, hecho más de 4 mudanzas,
subido mi piano por las escaleras de tres portales.
Me he comprado un violín, una guitarra y la boquilla de un saxofón.
He estado en el carnaval de Cádiz, me he dibujado gaviotas,
cogido muchos autobuses.
He ido a muchos conciertos,
amado con Aute, llorado con Ara Malikian y bailado con Tom Waits.
Siempre he pensado que las palabras nunca son suficientes,
y esta vez también es verdad.
Estoy viviendo mi vida tal como quiero vivirla,
a veces al 99%, a veces al 20%.
Vivo en una casa llena de luz, con dos balcones y dos plantas,
y ahora me esperan,
en la calle
llena de luz.
Personas que ahora lo son todo y quizá luego no sean nada.
Qué más da.
Qué bien vivida mi vida.

3.11.11

por fin puedo decirlo alto y claro


nadie sabe nada,
ni siquiera mi nombre.
Se me incrusta una tristeza que no existió nunca antes,
y que no puedo definir
ni tocar
ni llamar por su nombre.

Las ciudades me siguen engañando, y yo me dejo,
y aparezco con los pies mojados
y las ganas dormidas.

Los Otoños nunca dejaron de ser violines ni caminos desandados.

22.10.11

hay días que no tienen salida.

15.10.11

Podría seguir fingiendo, pero lo que yo quiero ahora mismo
ahora
justo
es morirme de amor. Y tener que quemar ciudades porque no nos cabe el incendio dentro del cuerpo.

Rajarme de arriba abajo, gritar y besar, y tener motivos para bailar y llorar con las canciones.

Pero hasta entonces, fría y sola, paseo Sevilla, planeo Madrid, cojo autobuses que me llevan al infierno y sueño Berlín.






10.10.11

XI (de la sicalipsis)

Sostengo el vicio
entre los dedos
y a veces
lo escondo en el último cajón.
Pero no se calla,
y estalla
y lo llena todo de ganas,
esperando una mano amiga
que baile con é
l.

30.9.11

conseguí salvarme

y ahora sólo quiero velocidad,

paredes blancas
y corazones calientes.


Y no voy a volver a perder




me


contigo.

14.9.11

cautivar
es un verbo que sólo usarías tú.


y tus muertos.


11.9.11

saborearemos las islas y el mar
sé que una noche
en algún dormitorio
pronto
mis dedos
surcarán
un
pelo
limpio suave

canciones que en ninguna radio
suenan

tristeza absoluta, sonriendo
a borbotones.



                                                               Bukowski



Y hasta entonces
quién
se atreve
a encontrarme.

4.9.11

Juego sucio

Sé que mientras todos duermen tú borras los indicios, las pruebas del incendio, las huellas que trato de tatuar.
Desantas todo mi camino,
lentamente.
Guardabas los fantasmas en el cajón de la mesilla pero yo apenas los escuchaba. Sólo escuchaba el ritmo cadente, enfermizo, casi exhausto al que estábamos sometidos sin remedio.
Prendía la piel, nos rajábamos, me arañaban tus lunares, se nos dilataban las pupilas para poder mirarnos.
Escondimos el resto del mundo en el cajón y cerramos con llave.
Y luego escapamos por la ventana, de repente, sin avisar. De nuevo con ritmo, de nuevo enfermos, sin dudar qué paso venía después.
Y justo antes de saltar me soltaste de la mano, y yo volé, y tu pisaste de nuevo el asfalto.



10.8.11

Me hubiese dejado la piel en el intento, pero a veces hay que darse cuenta de que antes que tú ya hubo alguien que se caló hasta los huesos.
Y por eso, ya me ves, estoy aquí parada. Quieta. En silencio. Escondiendo en el bolsillo la ciudad que guardaba para ti. Esperando que pongas la música bien alta y pueda salir de aquí sin dejar de pisar fuerte.

28.7.11

Pienso en las tardes muertas, en los pasos con prisas, en las manos con tiempo. Pienso en las oportunidades perdidas, en las carreteras solitarias, en la vida que nadie te va a quitar. Pienso en estaciones de tren, en ciudades malditas, en besos que se van a esconder de ti.
Pienso en todo eso que una vez pensaste y yo escuché, en el asfalto en los labios, en el salitre en la piel, en la arena en el pelo. En los dientes que ya no muerden y en brazos que, tristes y extraños, no saben a quién van a quitar el frío.


bastaba con una canción

6.7.11

Y de nuevo mis noches envueltas en otras noches que ya pasaron. Y de nuevo mis manos manchadas de otras manos que no están aqui.


Juan Gyenes

30.6.11

Duermo esta noche en una habitación vacía, que araña y está enfadada. Una habitación que se dejó vestir al ritmo de tres estaciones, y dejó que me desnudara al compás de una primavera caprichosa.
Me desvelo en una habitación con cuatro rincones que guardan los secretos y las ganas. Rodeada de ventanas blancas, como la ciudad que se despierta fuera.
Una habitación dolida, que sangra igual que se duelen las cajas de cartón y la ropa durmiendo en otro suelo.
Quizá otros sueños, quizá otros días, otras noches, otras madrugadas insomnes que caminan por otra casa. Quizá otros pies descalzos, otras flores, otros acordes que trepan como enredaderas.
Quizá, esta vez, sea otra ventana la que destape el mismo cielo que esta noche se cuela en la habitación
y nos envuelve.

17.6.11

Y entonces,
te juro que entonces
volaron.

13.6.11

Camiones de basura, alamedas, coches, helados, niños, bares, prisas, cerraduras. Pasos viejos, escalones cansados, años eternos, calles de la infancia, días azules, mudanzas sin listas.
Un mundo cansado que baila mientras alguien duerme, y alguien llora, y alguien besa, y alguien muere.
Pero qué locura. Pero qué bueno.

Bernard Plossu

10.6.11

Y se echa a correr.
Como si quisiera perder la única parte de sí mismo que le pertenece. Como si quisiera esquivar las terrazas, el caucho caliente rayando la acera, los brazos fríos. Evitar, quizá, las ventanas abiertas, las puertas cerradas, las historias en los talones.
Le veo correr.
Como si tuviera derecho a escapar de algo que no le persigue.
Le veo correr, doblar la esquina, caerse al suelo y verse envuelto.
Por fin.

Duane Michals


*

6.6.11

Las ciudades también mienten.

Pero como a los primeros amores y a los primeros errores las dejamos envolvernos, quitarnos la piel, matarnos de frío. Y todo por un poco de sol en un día de invierno o por un desfile de edificios que se ilumina para ti.

5.6.11


Inventar haciendo trampas. Contar viejas historias con nuevas palabras; viejos olores con distintos nombres.