30.6.11

Duermo esta noche en una habitación vacía, que araña y está enfadada. Una habitación que se dejó vestir al ritmo de tres estaciones, y dejó que me desnudara al compás de una primavera caprichosa.
Me desvelo en una habitación con cuatro rincones que guardan los secretos y las ganas. Rodeada de ventanas blancas, como la ciudad que se despierta fuera.
Una habitación dolida, que sangra igual que se duelen las cajas de cartón y la ropa durmiendo en otro suelo.
Quizá otros sueños, quizá otros días, otras noches, otras madrugadas insomnes que caminan por otra casa. Quizá otros pies descalzos, otras flores, otros acordes que trepan como enredaderas.
Quizá, esta vez, sea otra ventana la que destape el mismo cielo que esta noche se cuela en la habitación
y nos envuelve.

No hay comentarios: