"Habéis empujado hacia mí estas piedras.
Me habéis amurallado
para que me acostumbre.
Pero aunque ahora no pueda
ni intente dar un paso,
ni siquiera proyecte fuga alguna,
ya sé que es por allí
por donde quiero ir,
sé por dónde se va.
Mirad, os lo señalo:
Por aquella ranura de poniente."
Carmen Martín Gaite
Me pintasteis tantos colores que el resultado fue solo negro. Esperabais con expectación la luz de algo que no iba a brillar. Estabais atentos a que ocurriese algo. Me abrazabais y me dejaba abrazar, cantabais y yo bailaba.
Ahora, miraos, estáis metidos en un cajón que huele a cerrado y a desmemoria.
Yo sé lo que érais para mi, y también lo que yo era para vosotros.
Un ejército de momentos sin autorización.
Un ejército de momentos sin autorización.
Soles de invierno.
La impaciencia interrumpiendo en los portales.
Y ahora os amontono sin conciencia. Estáis rodeados de música que ya no escucho, de libros que ya no leo, de palabras que ya no hablan de mi.
Y sin embargo, ya veis,
La impaciencia interrumpiendo en los portales.
Y ahora os amontono sin conciencia. Estáis rodeados de música que ya no escucho, de libros que ya no leo, de palabras que ya no hablan de mi.
Y sin embargo, ya veis,
la habitación sigue siendo roja,
pero es que mi corazón
(el de ahora)
pero es que mi corazón
(el de ahora)
también.
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