Quise quemar ciudades y nos prendió fuego, me sentí extraña y me dio la mano,
y luego quise que los kilómetros fueran mentira y se rio del número novecientos noventa y cuatro, contagiándome la risa.
Le pedí rincones y me ofreció búnkers, pronuncié indescriptible e inventó verbos, le dije distancia y creamos un lenguaje.
Cómo no voy a estar tranquila si descubrimos la fórmula y ahora guardamos el secreto.
El mundo va a arder y nosotros seremos llama y seremos calor,
y el resto
solo
cenizas.
"A Sunday mile we paused and sang.
A Sunday smile and we felt true"
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