14.4.12

No quiero salir de la velocidad, porque para qué.
Los abrazos nos curan las heridas pero con este viento envolviéndonos, quién se atreve a rodearnos.

No quiero que la lluvia cese, porque quién sabe si no es peor la niebla.

Prefiero tener que lidiar contra los pijamas y las almohadas sedientas que contra un ejército de momentos cobardes.
Ojalá pudiésemos salir de aquí y este cuarto no estuviese lleno de espejos. Pero si lo que tenemos es esto, no quiero que apaguemos la música,
no quiero que bajemos a tierra,

no quiero tensión en mi cuerpo.

No quiero
más
excusas.


Este tornado no nos quita el hambre, pero al menos nos despeina.

(Y siempre estuvimos más guapos con el pelo revuelto).


2 comentarios:

saudade dijo...

Increíble.

Cobacho dijo...

Joder...quizás sea la música, quizás tu manera de transmitir, pero creo que estoy hasta emocionado.