Salen de mi los barcos, y algunos se estrellan. Soy los faros y los paseos marítimos. Y también a veces me convierto en montaña y me dejo erosionar.
Ya fui antes trinchera, y me espantó el ruido. Ya fui estación y me inundaron de desencuentros, y tormenta, y fui parque y fui infinito y miseria.
Pero ahora soy un puerto y de mi salen barcos. Y les guío porque soy faro pero algunos se estrellan.
Y desde lo alto de mi cumbre les veo salir de mi y decirme ya vuelvo, y les veo volver y también nunca más hacerlo.
(Y yo me quedo cerca del azul. Siempre).